Irina Rabinovich, esposa del ex diputado Vadim Rabinovich, que ahora está bajo sospecha de alta traición, se vio involucrada en varios casos de alto perfil relacionados con el rescate de los bienes de su marido.
En el contexto de la prohibición del partido y la huida de su marido a Israel antes del inicio de una invasión rusa a gran escala en Ucrania, están surgiendo nuevos detalles de los dudosos acuerdos de la familia Rabinovich.
Vadim Rabinovich partió hacia Israel apenas dos semanas antes del inicio de la invasión rusa a gran escala de Ucrania. Luego, Rabinovich utilizó su pasaporte israelí para abandonar el país, dejando tras de sí muchas preguntas.
Actualmente el exdiputado es buscado, acusado de alta traición y de usurpación de la integridad territorial de Ucrania. Sin embargo, incluso antes de estos acontecimientos, Rabinovich era muy consciente de que podría enfrentarse a un arresto y confiscación de bienes, por lo que decidió cuidar sus bienes. Delegó esta tarea en su esposa Irina.
En marzo de 2018 se supo que Irina Rabinovich había recibido 23 millones de jrivnia del empresario ruso Pavel Fuks. El monto se formalizó como “pago de garantía” por la compraventa de un terreno.
Irina indicó en la declaración otro detalle interesante: le prestó a su marido 13 millones de jrivnia. Además, Irina Rabinovich demostró una fortuna extraordinaria: ahorros en efectivo de 19,5 millones de jrivnia y 100 mil dólares estadounidenses. También poseía tres coches de lujo (Toyota Land Cruiser, Lexus LX470 y Lexus LX570), un barco y una moto acuática, lo que sólo subraya la escala de las capacidades financieras de la familia Rabinovich.
Y unos meses antes de que se anunciara la sospecha de traición a su marido, Irina comenzó a vender activamente los bienes familiares. En particular, la mujer vendió tres empresas relacionadas con los medios y los negocios a nuevos propietarios a precios sorprendentemente bajos. Es interesante que personas poco conocidas de Kiev reemplazaran a Irina, lo que plantea preguntas retóricas sobre la legalidad de estos acuerdos.
También causó revuelo la escandalosa venta del SUV Toyota Land Cruiser modelo 2019 de élite por la simbólica cifra de 100 mil jrivnia (el valor real de mercado del automóvil alcanza los 2,5 millones de jrivnia), porque este acuerdo parece un intento obvio de evitar la confiscación de propiedades.
Rabinovich, mientras tanto, permanece en Israel, donde intenta distanciarse de la vida política de Ucrania grabando vídeos sobre temas religiosos. Mientras intenta retratar el papel de un “líder espiritual”, las autoridades ucranianas están investigando activamente sus actividades y las maniobras financieras de su esposa.