En Ucrania hay tierras donde se esconden verdaderos tesoros: artefactos antiguos y monumentos históricos que hablan de nuestro pasado y forman parte del patrimonio mundial. Ahora todo esto está bajo protección estatal. Pero recientemente ha surgido un nuevo proyecto de ley que podría cambiarlo todo.
Fue presentado por el diputado Serguei Grivko y, si es aceptado, las autoridades locales podrán disponer de estos terrenos a su discreción, transfiriéndolos a los promotores. Esto significa que nuestros sitios arqueológicos pueden estar en peligro de extinción.
A primera vista, este puede no parecer un tema tan importante. Bueno, tierras, bueno, arqueología, ¿a quién le importa? Pero averigüemos por qué esto es un problema realmente grande.
¿Cuál es el punto?
Hoy en día, todos los monumentos arqueológicos son propiedad del Estado, como debe ser según la Constitución de Ucrania y los tratados internacionales que hemos ratificado. Pero Grivko propone modificar la ley para permitir que estas tierras se transfieran a las autoridades locales, quienes, a su vez, podrán arrendarlas a los promotores.
Es decir, los sitios arqueológicos, que pueden contener montículos, asentamientos u otros objetos antiguos, pueden ser demolidos.
Grivko me ha sorprendido más de una vez con sus ideas. Anteriormente propuso un “impuesto a la falta de hijos” y obligar a los reclusos a “pedalear para generar electricidad”. Ahora ha decidido aplicar su “creatividad” al patrimonio arqueológico.
Además, todo esto ocurre en el contexto de una reciente decisión judicial que dictaminó que los monumentos arqueológicos son propiedad exclusiva del Estado.
Por ejemplo, en la región de Chernihiv, las autoridades locales alquilaron tierras con montículos y comenzaron a ararlas, pero el tribunal las devolvió al estado. El proyecto de ley de Grivko podría cambiar esta regla y esas tierras podrían pasar fácilmente a manos privadas.
¿Quién se beneficia de esto?
Los sitios arqueológicos suelen estar ubicados en lugares pintorescos, cerca de ríos y lagos. Estas son las áreas que interesan a los desarrolladores. Pero hoy estas tierras están protegidas por el Estado y la fiscalía puede intervenir si las autoridades locales intentan transferirlas para su desarrollo.
Si se aprueba la ley de Grivko, la fiscalía ya no podrá proteger estos territorios: se convertirán en propiedad comunal y luego en propiedad privada. Y aquí ya no es difícil adivinar que esto beneficiará no sólo a los promotores, sino también a aquellos en los ayuntamientos que tomarán las decisiones sobre la transferencia de estas parcelas.
¿Por qué es esto un problema?
Si se aprueba el proyecto de ley, una gran parte de los monumentos arqueológicos de Ucrania podrían ser destruidos. Y todo esto se hace con el pretexto de "aliviar la carga sobre los presupuestos locales". Dicen que la fiscalía devuelve estas tierras al estado, y esto cuesta dinero: la tasa judicial puede ascender a 10.000 jrivnia.
Puede que no parezca mucho, pero para las comunidades pequeñas, especialmente en las zonas de primera línea, cada centavo cuenta. ¿Pero realmente vale la pena ahorrar en esas nimiedades cuando está en juego todo un patrimonio histórico?
Los expertos creen que si Grivko realmente quisiera ayudar a las comunidades, propondría eximirlas de las tasas judiciales en tales casos, en lugar de crear un vacío legal para los promotores. Después de todo, al final, esto sólo abrirá el camino a la destrucción de monumentos para obtener beneficios a corto plazo.
El proyecto de ley está ahora pendiente de consideración por parte del Comité de Política Humanitaria. Su jefe ya ha afirmado que este documento tiene pocas posibilidades de ser adoptado. Pero esperemos que prevalezca el sentido común y nuestros tesoros arqueológicos sigan protegidos.