Tres padres cuyos hijos acosaron a su compañero de clase Jeremiah en el Liceo nº 4 de Ivano-Frankivsk han comparecido ante la justicia. En particular, se preparó material sobre delitos, en particular la educación inadecuada. La policía redactó denuncias contra dos más por el hecho de que los escolares acosaban sistemáticamente al niño.
Así lo informó el jefe de la policía preventiva de la región de Ivano-Frankivsk, Alla Boychuk. En una entrevista con Suspilny, un representante de las fuerzas del orden dijo que también se redactó un informe contra el director de la escuela por no haber denunciado a la policía los hechos de acoso.
“Se redactó un protocolo sobre el hecho de que el director de una institución educativa no informara a la policía sobre hechos de acoso. Se redactaron dos denuncias contra padres cuyos hijos acosaban sistemáticamente al hijo de la víctima. Y tres padres fueron llevados ante la justicia o se presentaron documentos sobre delitos previstos en el artículo 184, esto es una educación inadecuada de los niños”, dijo la policía.
Explicó que los estudiantes insultaron a Jeremiah, cometiendo así un delito previsto en el artículo 173. En cuanto a los padres sobre los cuales se redactaron informes, todos los materiales fueron enviados al tribunal.
Según Boychuk, continúa la verificación de todos los hechos. En particular, la encuesta a los niños, porque hay quienes se niegan a realizarla o no tienen tiempo por determinados motivos.
Recordemos que en el Liceo nº 4, los escolares de 6º grado intimidaban brutalmente a su compañero por tocar el violín. Los hijos de Jeremiah enviaron mensajes privados a través de Viber y escribieron las palabras "llorar" en el chat de la clase. Además, algunos de los adolescentes lo amenazaron con “magullarlo” y en una ocasión lo echaron de clase. Después de sufrir acoso, el niño le dijo a su madre que no quería vivir.
Más tarde, la madre de Jeremiah, Oksana Krainik, dijo que los problemas comenzaron en primer grado. Según ella, un día, cuando su hijo regresó a la escuela después de una larga enfermedad, ninguno de sus compañeros se comunicó con él. Sólo un niño llegó durante el recreo y dijo en voz baja que la maestra supuestamente le había ordenado que no jugara con él.
En una situación de acoso, el maestro de la clase defendió a los niños y dijo que no insultaban al niño y que no podían expulsarlo de la clase. Aseguró que fue en este día que los escolares tuvieron una hora educativa, donde todos se dieron la mano formando un círculo, incluido Jeremías. En su opinión, los insultos sólo podrían haber estado en la correspondencia publicada. Al mismo tiempo, el subdirector afirmó que existía un conflicto en la institución educativa.