El Ayuntamiento de Ternopil decidió nuevamente complacer a sus empleados... o, más exactamente, regalarles un reloj. La segunda licitación para la compra de “tsatsoks” de muñeca ya ha causado desconcierto y cierta ironía en la sociedad. Esta vez los planes incluyen 173 relojes de hombre y 110 de mujer en cajas, y todo ello “para el deleite” de la gente del pueblo.
Sin embargo, lo interesante no es sólo el extraño deseo de complacer durante horas, sino el hecho de que en 2022 el mismo consejo ya hizo la misma compra, sólo que por una cantidad más modesta: 153 mil jrivnia.
Esta vez, el Ayuntamiento de Ternopil decidió desembolsar 375.000 jrivnia.
Recordemos que entonces Ternopil compró 250 relojes con un coste total de 153 mil jrivnia. Los expertos y la gente corriente no se hicieron a un lado, calculando que con el importe de esta compra sería posible adquirir cosas mucho más valiosas: torniquetes hemostáticos que salvan vidas o incluso apoyan a nuestros defensores.
Georgy Gnatyuk, evaluando una solución tan original, expresó su desconcierto ante la tradición de "vigilar" de las autoridades de la ciudad, equiparándola con los métodos "soviéticos" y diciendo que el precio de una vida salvada por un torniquete hemostático puede ser incluso menor que el Costo de un reloj premiado.
Los minutos que contará este reloj serán los últimos para quienes lo reciban, cree Gnatyuk.
Así, un regalo de las autoridades de la ciudad, en forma de reloj de pulsera, suscita no sólo enojo por su redundancia en el contexto de las operaciones militares, sino también preguntas sobre las prioridades y el despilfarro de las autoridades.