Las organizaciones gubernamentales chinas han comenzado a restringir cada vez más el uso de dispositivos Apple y Samsung por parte de sus empleados. Se recomienda a los trabajadores que elijan equipos de fabricantes nacionales.
Como se indica en el material de Bloomberg, en los últimos meses, ocho provincias de China han introducido una política tácita similar. Antes de esto, la administración del presidente chino Xi Jinping decidió reducir gradualmente el número de marcas extranjeras en el mercado. Según los funcionarios chinos, se trata de una medida necesaria para reducir la filtración de datos secretos al extranjero.
Al mismo tiempo, en septiembre, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, informó que no habría restricciones a la compra de equipos extranjeros. En teoría, las instituciones chinas emitirán directivas separadas sobre el equipo recomendado para sus empleados. En cualquier caso, Beijing busca popularizar a su fabricante Huawei.