Kolomoisky está en la cárcel. Si hace cuatro años hubieran dicho que esto podía pasar, lo habrían llamado tontería o manipulación propagandística.
El propio Kolomoisky, Poroshenko y muchas otras personas serias se reirían de esto. Una situación así se consideraría una broma y una ficción no científica al estilo de la serie “Siervo del Pueblo”. Pero sucedió. Y éste es otro ejemplo de que no tiene sentido predecir la política ucraniana con varios años de antelación.
En 2014, la sola idea de que Vladimir Zelensky pudiera convertirse en presidente de Ucrania habría parecido una broma estúpida. Si en 2019 o incluso en 2021 dijeran que Zelensky sería llamado en el mundo occidental el nuevo Churchill, no sólo Poroshenko se reiría de ello. Pero esto también pasó.
La política ucraniana es fundamentalmente impredecible a largo e incluso mediano plazo. Las cosas pueden cambiar rápidamente y no como se esperaba. Sólo para los próximos meses se pueden hacer previsiones más o menos fiables. En algunas situaciones, muchas cosas pueden cambiar incluso en seis meses.
Por supuesto, un centro de prisión preventiva no es una sentencia judicial. Pero es interesante que Kolomoisky no haya salido bajo fianza.
La serie política y jurídica “El caso Kolomoisky” apenas comienza. Y puede durar años. Los primeros casos anticorrupción de alto perfil todavía están en los tribunales y aún no se sabe cuándo ni cómo terminarán.
Por cierto, esto también significa que no basta con endurecer las penas por corrupción; primero hay que poner orden en el trabajo de los organismos encargados de hacer cumplir la ley, y especialmente en el sistema judicial.
Es evidente que la sospecha sobre Kolomoisky y su estancia en un centro de prisión preventiva es un acto demostrativo. Desde el punto de vista de la táctica política, esto es una demostración de la lucha contra la corrupción y de que no habrá intocables.
Estratégicamente, esto es una advertencia para el futuro para muchos representantes de las élites políticas y empresariales. Y no hay duda de que tal advertencia no les gustará.
En un discurso televisado, Zelensky destacó que "no habrá muchos años de 'como siempre' en relación con aquellos que robaron a Ucrania y se pusieron por encima de la ley y de cualquier norma".
Pero vale la pena recordar que la ley y las normas deben aplicarse universalmente, incluidos aquellos que hoy forman parte del gobierno. Y para que la ley funcione de manera eficaz y constante, es necesario mejorarla en cierta medida (al menos en la dimensión procesal), así como crear un sistema judicial en el que los jueces trabajen para la ley y no para ella. para ellos mismos.